¿Qué tan relevante es la PAES para definir la futura trayectoria académica en la universidad?
- Constanza J. Cabaña Alvear
- 3 dic
- 4 Min. de lectura
Ayer miles de estudiantes en Chile se sentaron a rendir la PAES. Más allá de los nervios y memes, siempre aparece la misma pregunta: “¿Este puntaje va a definir mi futuro?” Spoiler: es importante, pero no sella el futuro rendimiento en la universidad.
¿Cómo se han distribuido los puntajes PAES en años recientes?
Desde que debutó la PAES, los informes del DEMRE muestran algo bastante estable: la mayoría de los puntajes se concentra en la zona media de la escala (entre ~450 y 650 puntos), con una minoría alcanzando tramos cercanos a 900–1.000.
Además, se observan brechas claras según tipo de establecimiento y contexto socioeconómico: en promedio, estudiantes de colegios particulares pagados y de comunas de mayor ingreso obtienen puntajes más altos que los de establecimientos municipales o de territorios más vulnerables.
Es decir, la PAES refleja, de forma importante, las desigualdades del sistema escolar.
Entonces, ¿Qué predice un buen puntaje PAES?
Si miramos la investigación (la mayoría todavía basada en la PSU, pero con lógica muy similar), aparecen una serie de factores que se repiten:
1. Trayectoria escolar previa
Un clásico: lo que pasa en básica y media pesa mucho.
Contreras y colegas mostraron que el logro en enseñanza básica es la variable que mejor explica el rendimiento en la PSU, incluso más que factores familiares aislados.
Otros estudios confirman que las notas de enseñanza media (NEM) se relacionan fuertemente con el puntaje de selección: quienes sostienen buenas notas en el tiempo tienden a obtener mejores resultados en pruebas estandarizadas.
No es solamente “estudiar fuerte en cuarto”: es una historia larga de hábitos, bases y apoyo.
2. Contexto socioeconómico y tipo de colegio
Un artículo reciente sobre la prueba de admisión de Matemáticas en Chile, usando modelos multinivel, encontró que variables como nivel socioeconómico familiar, educación de los padres y características del establecimiento (recursos, dependencia) explican una parte importante de las diferencias de puntaje entre estudiantes.
Lo estableció Contreras (2007) en su investigación: la prueba tiende a legitimar desigualdades preexistentes; rendir mal no es solo “no esforzarse”, sino también arrastrar años de desventajas de origen.
3. Hábitos, motivación y apoyo
Aunque cueste más medirlo, varios estudios en carreras de medicina, odontología y pedagogía muestran que quienes tienen mejores hábitos de estudio, perseverancia y apoyo familiar/institucional suelen rendir mejor en la prueba y en la universidad.
Estos factores no siempre se ven reflejados completamente en un número, pero importan muchísimo en la trayectoria posterior.

¿El puntaje PAES predice el rendimiento universitario?
Lo que dice la evidencia chilena
Un estudio con estudiantes de pedagogía en Educación Física encontró que la PSU se relaciona solo débilmente con el rendimiento académico universitario; en esa muestra, la prueba no fue un buen predictor de cómo les iba en la carrera.
En odontología, la combinación NEM + puntaje PSU se relaciona con el rendimiento en primeros ramos, pero la asociación es moderada; nuevamente, las notas escolares suelen ser más consistentes que el puntaje de un solo examen.
Modelos de fracaso/éxito en educación superior muestran que la tasa de aprobación del primer año es el mejor predictor de éxito posterior; antes de entrar, las notas de enseñanza media son un mejor predictor que la PSU por sí sola.
¿Y el ranking y la NEM?
Cuando se incorporó el puntaje ranking, estudios mostraron que:
El ranking es un buen predictor de rendimiento académico en la universidad.
Está menos asociado al nivel socioeconómico que la PSU, por lo que agrega algo de equidad al sistema.
Hoy, el sistema de admisión pondera PAES, NEM y ranking justamente porque cada indicador captura partes distintas de la historia académica de una persona.
Entonces con todo lo anterior, la respuesta honesta sería algo así:
El puntaje PAES es importante para abrir determinadas puertas… pero no determina el rendimiento ni el éxito académico en la educación superior.
Sí es relevante como mecanismo de selección: ordena a los postulantes y define a qué carreras y universidades puedes acceder inmediatamente.
Predice algo, sobre todo al inicio, pero su poder predictivo es moderado y parcial; se vuelve menos relevante a medida que avanzan los semestres.
No captura factores clave para sostenerse en la universidad: manejo del tiempo, salud mental, redes de apoyo, compatibilidad con el trabajo, vocación, resiliencia.
Hay evidencia fuerte de que la combinación de historia escolar (NEM, ranking) + condiciones de estudio en la universidad explica mucho más del éxito que un puntaje de dos o tres días de prueba.
Si estás acompañando a un estudiante en su formación, estas son algunas herramientas para ayudar a disminuir la ansiedad frente a los resultados:
Tu puntaje no resume tu valor ni tus capacidades reales. Es una foto en un contexto desigual.
Sí influye en las opciones inmediatas, pero no cierra para siempre tu camino: existen re-orientaciones, cambios de carrera, articulaciones técnicas/universitarias y múltiples trayectorias posibles.
Lo que hagas después de la PAES (elección informada, hábitos de estudio, pedir ayuda a tiempo, cuidar tu salud mental) tiene tanto o más peso que el número que aparecerá en enero.

Referencias:
1. Contreras, D., Gallegos, S. & Meneses, F. (2009).
Determinantes del desempeño en la Prueba de Selección Universitaria (PSU).Estudio pionero que muestra que la trayectoria escolar previa y el nivel socioeconómico son los predictores más fuertes del puntaje.
2. Donoso, S., Schiefelbein, E. & otros (2018).
Factores asociados al rendimiento en la educación superior en Chile.Analiza predictores de éxito académico universitario y destaca el rol mayor de NEM y hábitos de estudio por sobre puntajes de admisión.
3. Ministerio de Educación – DEMRE (2022–2024).
Informes de distribución de puntajes PAES y análisis comparado.Documentos oficiales que describen las tendencias de distribución de puntajes y brechas según dependencia y contexto socioeconómico.
4. Muñoz, C. & Marfán, J. (2017).
Ranking de notas y predicción del rendimiento académico universitario.Evidencia que el ranking escolar predice el rendimiento de manera más consistente que la PSU, con menor sesgo socioeconómico.
5. Quezada-Hoffling, S., et al. (2020).
Predictive validity of admission instruments for academic performance in Chilean higher education.Estudio multinivel que evalúa PSU, NEM y ranking, mostrando que el rendimiento en la universidad depende más de trayectoria previa y variables contextuales que de la prueba estandarizada.



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